Mi experiencia en el Fondo Perpetuo para la Educación fue algo muy diferente a cualquier otro tipo de actividad que haya realizado.
Siento un gran gozo poder servir en este gran programa ya que uno llega a conocer a cada persona en cada llamada.
Este programa me ayuda a reconocer cuán grande es el Señor y como ayuda a cada uno de sus hijos que tienen el deseo de superarse.
El FPE es una bendición para muchos y poder ayudar a estas personas a recibir bendiciones es algo que no tiene comparación. Es por esto que soy feliz y con gusto brindo de mi tiempo porque estas personas que se benefician del FPE se lo merecen.
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